Comentario
La forma artística predominante entre los mayas fue la escultura, confeccionada en estuco para recubrir los edificios o en piedra caliza para formar estelas y altares, aunque existen indicios de que también debió ser muy frecuente la representación monumental en madera.La escultura pública maya tiene sus raíces en los grandes mascarones de estuco asociados a los basamentos piramidales de finales del período Formativo. Su función confirió a la arquitectura el carácter de vehículo principal de comunicación de los designios de la elite gobernante.Los reyes mayas incluyen su iconografía política y dinástica en cresterías, frisos, dinteles de los templos y, sobre todo, en estelas y altares esculpidos desde los inicios del Clásico. Por el contrario, los mascarones son poco a poco desplazados. A medida que avanza el período, las estelas y los altares serán depositarios de la historia dinástica y política de los centros mayas, mientras que en los edificios esta información se combinará con otra de índole más simbólica y ritual.Como ocurre con la arquitectura y con las demás manifestaciones artísticas de los mayas, el arte escultórico tiene facetas regionales. La talla de estelas y altares parece iniciarse en el Petén, donde la Estela 29 está datada en el 292 d. C. En los inicios del Clásico, estas esculturas se realizan en grandes bloques y losas irregulares, pero poco a poco los canteros obtienen mayor pericia hasta lograr formas rectangulares de gran regularidad.La enorme aceptación obtenida por tales estelas hace que paulatinamente se vaya difundiendo su existencia hacia otros lugares del Petén, Usumacinta y Motagua, y a partir del Clásico Tardío su uso se generaliza en el área maya. Las tallas del Clásico Temprano, en las que aparecen los gobernantes con los símbolos de su poder, incluyen en la parte superior representaciones de los antepasados reales que sancionan el poder hereditario. Se trabajan generalmente en la cara principal, y las fechas incluidas en ellas suelen coincidir con hechos históricos reales. Más tarde, éstos se harán concordar con terminación de períodos, en particular con el katún.En el Petén están presentes todos los motivos, elementos y temas básicos de la escultura del Clásico: el personaje principal, su vestimenta, símbolos y las divinidades asociadas. Son trabajos en bajorrelieve, con un tratamiento bidimensional de la escultura. Los dinteles de los edificios esculpidos en maderas duras mantienen estas mismas características y constituyen un valioso complemento para reconstruir la historia de las ciudades.En la región del Usumacinta, la escultura gana dinamismo y riqueza, diversificándose en dinteles, tronos, jambas y vanos. Tanto en Yaxchilán como en Piedras Negras se hacen frecuentes las escenas de guerra y de captura de esclavos, en íntima conexión con rituales de autosacrificio y de sacrificio humano. Los estilos de estas ciudades tienen una gran personalidad, y se generaliza la aparición de mujeres ejerciendo funciones y cargos similares a los del hombre. También la técnica se diversifica, apareciendo tallas en bajo y altorrelieve para confeccionar esculturas en tres dimensiones.El culto a la estela tuvo muy escasa relevancia en Palenque; sin embargo, alcanzó un inusitado desarrollo la talla de paneles en bajorrelieve colocados en la pared interior de los templos, donde se registran las genealogías del centro. El tratamiento de los temas y la calidad de las tallas, en consonancia con la arquitectura, manifiestan la existencia de una sociedad menos ortodoxa y rígida que la tikaleña. Completa su maestría artística el manejo del estuco: pilastras, vanos, jambas y secciones del Palacio y de otras construcciones como la Tumba de Pacal fueron finamente decoradas con jeroglíficos y escenas de la vida cortesana y realzadas con vivos colores, pintados según el mensaje emitido. Muchos de los ejemplos fueron verdaderos retratos, en particular las cabezas de estuco correspondientes a algunos de los señores más importantes de la ciudad, que resultan de gran belleza y realismo.Dentro de la zona del Motagua, el arte escultórico alcanzó una maestría sin precedentes en Copán. Los artistas mayas, utilizando piedras más duras que la típica caliza, como la tracita verde, trabajaron con igual destreza el bajo y el altorrelieve, llegando a un control completo del bulto redondo en las estelas del Clásico Tardío, cuando las figuras de los gobernantes casi logran desligarse de la losa de la estela. Toda la superficie de la piedra es entonces tallada; tres partes del monolito están ocupadas por glifos, que se hacen más complejos y variados, y en la cara principal el personaje apenas está unido al bloque por una estrecha franja de piedra.Los altares también se hacen más variados, con formas cúbicas, circulares, rectangulares... El arte escultórico copaneco constituye un compendio básico de la ideología y de la cosmología maya; prácticamente cada rincón de la ciudad está decorado con esculturas. El interés por la historia, por las genealogías y por explicar las claves del cosmos y de sus dirigentes, hacen de Copán un inmenso libro cuyas claves están talladas en la piedra.Mientras, en la ciudad vecina de Quiriguá, se levantaron las estelas más altas del territorio maya, donde sus soberanos fueron representados de frente y elevados sobre el mascarón del dios de la tierra. En este yacimiento, se tallaron también los zoomorfos, inmensos bloques naturales de piedra en los que se alojó una intrincada, y al tiempo rica, información simbólica.